Las sartenes de hierro son una inversión para toda la vida, pero muchos usuarios las dejan de lado porque “se oxidan”, “se pega la comida” o “son difíciles de limpiar”. La realidad es que estos problemas aparecen por algunos errores muy comunes que se pueden evitar fácilmente.

1. Lavarlas como si fueran de teflón

El error más frecuente es tratarlas igual que a una sartén común. El hierro no necesita detergentes fuertes ni esponjas agresivas: alcanza con agua caliente una esponja y secado inmediato.

2. Guardarlas húmedas

El hierro y el agua no son amigos. Si guardás tu sartén con  humedad, aparece el óxido. Solución: secala siempre al fuego y, antes de guardar, pasale una fina capa de aceite.

3. Usar demasiado detergente

El jabón elimina la capa de aceite curado que protege el hierro. Una lavada profunda se hace solo una vez (cuando la comprás). Después, limpieza simple y listo.

4. No curarla antes de usar

El curado es lo que convierte al hierro en antiadherente natural. Si salteás este paso, la comida se pega. La solución es simple: curá tu sartén apenas la recibís, y repetí el proceso si lo necesitás.

5. Dejarla guardada sin uso

El hierro mejora con el uso: cuanto más cocinás, más se refuerza la capa protectora. Guardarla meses sin usarla es perder la mejor parte. ¡Ponela al fuego seguido!

Bonus: ¿Se te oxidó la sartén?

No te preocupes, esto puede pasar y tiene solución. Lo único que tenes que hacer es repetir el proceso de curado y listo! Te queda como nueva.

Te dejamos este video de nuestro amigo Joaco, que te muestra el paso a paso del curado: VIDEO CURADO

Usar una sartén de hierro no es complicado: solo requiere entender sus reglas propias. Evitando estos errores, tu Andino no solo va a durar toda la vida: va a cocinar cada vez mejor.

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